miércoles, 2 de mayo de 2012

COLECCION COHEN-WESSELMANN


PAUL FRUKT Sin título Carbón/papel 79 x 51,5 cm


PAUL KLE El equilibrista II Acuarela y tinta china /papel 25 x 19 cm

THEO VAN DESBURG Estudio para "Gran Pastoral" Lápiz/tinta china sobre papel 42 x 30 cm

PAUL KLE. Grupo de locos. Acuarela y tinta china/papel 20 x 14,5 cm

AUGUST MACKEE. El bosque. carbón/papel 50 x 35 cm

WALTER GROPPIS. Apuntes de trabajo. grafito y carbón/papel 62 x 80 cm

MIKHAIL ZELENSKY. Retrato de D. Cohen. carbón/papel 55 x 33 cm

P. PICCASSO. Estudio. grafito/papel 25 x 35 cm.

EL LISSITZKE. Costrucción espacial. carbón/papel 57 x 42 cm


LIUBOV POPOWA. Estudio. carbón/papel 29,7 x 21 cm









COLECCIÓN COHEN-WHESSELMANN Comisario: Miguel Fructuoso
La colección Cohen-Wsselmann es conocida en el mundo del arte como revisión de las principales vanguardias históricas, pero también debe ser entendida en correspondencia con esa Intelligentsia hebrea que cnfiguró gran parte de la culturo centroeuropea de la primera mitad del siglo XX. En el intinerario deformación de esta colección cobran especial importancia los encuentros en el París de los años veinte de Daniel y Esther Cohen con Max Aub y Jusep Torres Campalans, que situó a la pareja en el período más intenso del cubismo mientras se afianzaba su entregada disposición a reunir las nuevas formas de representación del mundo.
También en la capital francesa -como desvelan los diarios de Daniel Cohen- resultan muy significativas las conversaciones con Ramón Gaya para escenificar el dilema de todo artista entre clasicismo y vanguardia. En esta exposición se vuelven a encontrar dos historias opuestas, aunque experiencia común de un momento de decisión, dialogando las obras presentes en el Museo Ramón Gaya con las pertenecientes a la Fundación Cohen-Wesselmann en Basilea, que ha prestado diversos dibujos donde se muestran en ciernes los principales movimientos de vanguardia.
Se hace así evidente que esta colección manifesta una búsqueda ávida de los lenguajes capaces de hablar de una nueva experiencia, sin olvidar una sólida vinculación con la esencia y devenir de un pueblo como el hebre, que-como definió Elias Canetti en su famoso Masa y Poder- es entre los pueblos antiguos "el único que hace ya tanto tiempo que migra". Este hecho es importante como señala el también sefardí Daniel Cohen en relación con una "Escritura errante" que halla en Paul Celan y Franz Kafka y que puede concebirse como "paradigma de la Modernidad", puesto que el ser contemporáneo es aquel que "se caracteriza por estar eternamente en el exilio".
De esta forma, la colección Cohen-Wesselmann se percibe como un signo de su tiempo, al desvelar cómo a través de la metáfora del viaje aparece un mecanismo idóneo para aprehender la experiencia contemporánea , que vuelve neceario un posicionamiento activo del intelectual frente al mundo y también una inevitabla refleión sobre los lenguajes que utilizamos para hablar de nuestra realidad sin ser anacrónicos a la misma.
Es ahí donde se vuelve más reveladora la colección Cohen-Wesselmann, al convertirse en una oportunidad para pensar el propio oficio del historiador, con la objetividad siempre en el horizonte de lo deseable, pero rara vez investido con el don de la verdad. Es por ello que esta exposición se ofrece como un lúcido ejercicio de memoria situado en la línea de recientes corrientes documentales, como el fake documentary, que enfatizan el carácter ficcional presente en toda reconstrucción histórica.
Pedro Medina Reinón.
Exposición realiazada en el Museo Ramón Gaya dentro del ciclo EXTRAPOSICIONES6 con motivo del Centenario Ramón Gaya. 
(3 de Noviembre de 2010 - 6 de enero de 2011)

EL COLECCIONISTA DE PROYECTOS














NUENEN













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